En la temporada de invierno hay un aumento considerable en las enfermedades respiratorias. Esto se debe a varios factores. Por un lado, las defensas que se encuentran en la nariz se debilitan y no puedan controlar el ingreso de virus y bacterias al organismo; por el otro lado, debido al frío las personas permanecen más tiempo en lugares cerrados sin tomar medidas preventivas para el contagio de enfermedades.
La Secretaría de Salud identifica las enfermedades respiratorias como una de las 10 primeras causas de muerte en el adulto mayor, refiriendo un mayor riesgo en personas mayores de 65 años. Las enfermedades respiratorias más comunes en invierno son las siguientes:
Resfrío común. Se caracteriza por ser una enfermedad infecciosa viral de menor grado. Incluye síntomas como la congestión nasal, estornudos, tos, dolor de cabeza y dolor de garganta.
Influenza. Es una enfermedad respiratoria viral aguda, caracterizada por tener un alto grado de contagio. Sus síntomas son tos seca, escurrimiento nasal, estornudos, dolor de garganta, dolor de pecho, dolor de articulaciones, fiebre alta, vómito y diarrea.
Neumonía. Es una infección respiratoria que afecta principalmente a los pulmones, cuyos síntomas incluyen a la fiebre, tos con flema, escalofríos, respiración agitada, sonidos al respirar (sibilancias) y pérdida de apetito.
Bronquitis. Esta enfermedad es la complicación de un resfriado común, se caracteriza por una inflamación en el recubrimiento de los bronquios, los síntomas son: fiebre, tos seca, congestión, sensación de presión en el pecho, ronquera y sonidos al respirar.
Algunas medidas de prevención para evitar estas enfermedades son:
Desinfectar todas las superficies del hogar, principalmente las de uso común como perillas, interruptores de luz, controles remotos y teléfonos.
Mantener los espacios y lugares de la casa ventilados.
Dieta saludable. Consumir alimentos ricos en vitamina C (naranja, toronja, limón, zanahoria, papaya y guayaba).
Hidratación abundante. Consuma mínimo 2 litros de agua.
Lavarse las manos frecuentemente.
Cubrirse con el antebrazo la boca y nariz al toser o estornudar.
No exponerse al frío, y si es necesario salir abrigarse bien tapando: pecho, espalda, cuello, boca y nariz.
No fumar.
No permitas que las enfermedades respiratorias te contagien.
¡Toma medidas de prevención y disfruta del invierno!
