A lo largo del tiempo las mujeres han desempeñado diferentes roles, son: amas de casa, esposas, madres, trabajadoras. Esta multiplicidad de roles ha provocado que las mujeres sean más suceptibles a desarrollar el estrés. En México 4 de cada 10 mujeres vive con estrés.

El estrés es entedido como una respuesta fisiológica y psicológica del cuerpo humano ante una situación de riesgo. Existen dos tipos de estrés, el primero es denominado eustrés o estrés positivo (es cuando se responde positivamente ante una situación de riesgo) y el segundo distrés o estrés negativo (es cuando se responde negativamente ante una situación de riesgo).

Cuando el estrés es negativo trae consigo repercusiones en la salud física y mental de las personas, algunas de las alteraciones que causa son:

‐ En el aspecto mental, las señales que se presentan son: preocupación excesiva, cambios de humor, aislamiento social, trastornos del sueño, irritabilidad, falta de concentración, olvidos frecuentes y/o dificultad para tomar decisiones.

‐ En el aspecto físico, las señales son: sudoración, boca seca, dolor de cabeza, temblor en manos, aumento de la frecuencia respiratoria y cardiaca, pérdida de cabello, hipertensión arterial (tensión arterial alta), colitis, gastritis, úlceras de estómago y/o pérdida de memoria.

Las consecuencias de un estrés no tratado a tiempo pueden llegar a generar enfermedades mentales complejas como la depresión o la ansiedad e incluso finales letales como suicidios.

Para reducir el estrés es necesario tomar en cuenta las siguientes medidas:

Adopte un estilo de vida saludable

  • Realizar una actividad física (correr, caminar o trotar) mínimo 30 minutos al día.

  • Realizar ejercicio físico. Puede practicar algún deporte o bien realizar actividad física como caminar, correr y/o trotar. Se recomienda 5 minutos de calentamiento, 30 minutos de actividad física, y de 5 a 10 minutos para estiramiento y enfriamiento.

  • Dormir 8 horas diarias.

  • Evitar saltar horas de comida, se recomienda una dieta sana y equilibrada.

  • Disminuir el consumo de café, sal y té.

  • Evitar hábitos nocivos (bebidas alcohólicas, tabaco y drogas).

Alimente su mente positivamente

  • Buscar un equilibrio entre las actividades que realiza y la familia.

  • Dividir las tareas del hogar con su pareja.

  • Tener actitud positiva (sonría diariamente).

  • Organizar el tiempo para cada actividad (puede utilizar una agenda).

  • Mantener buenas relaciones con las personas.

  • Participar en actividades sociales, recreativas y culturales.

  • Practicar técnicas de relajación (meditación o yoga).

  • Compartir alguna actividad con la familia durante el día.

  • Salir de paseo con la familia.

No permita que el estrés detenga su vida

¡Organiza, comparte, sonríe y disfruta!

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