El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas. Puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 40 °C o más (Mayo Clinic, 2017).
Los grupos de alto riesgo o más vulnerables a sufrir efectos de las altas temperaturas son las personas de la tercera edad, niños y enfermos crónicos, así como las personas que trabajan o realizan esfuerzo al aire libre.
Los principales síntomas que pueden indicar que una persona está sufriendo un golpe de calor, son:
- Sudoración excesiva al principio; después, falta de sudor
- Mareo
- Enrojecimiento y sequedad de la piel
- Fiebre con temperatura desde 39 a 41ºC
- Aceleración del ritmo cardiaco, con latido del corazón débil
- Dolor de cabeza
- Ataques con convulsiones
Las acciones preventivas contra el golpe de calor durante este verano, son:
- Usa vestimenta holgada, liviana y de colores claros
- Bebe muchos líquidos, no esperes a tener sed para tomar líquidos
- Evita realizar ejercicio durante las horas de más calor y en el exterior
- Utiliza sombreros, gorras, lentes de sol y protector solar
- Usa sombrilla
En cambio, si tú o alguna persona allegada a ti, presenta síntomas de golpe de calor, estas son algunas de las medidas de acción inmediata:
- Llevar a la persona afectada a un lugar con sombra y lo más fresco posible.
- Colocarla en posición semisentada, con la cabeza levantada para favorecer la respiración y que pueda entrar aire.
- Quitarle algo de ropa, darle aire y colocarle un trapo con agua fría en la frente, la nuca, el cuello y otras partes del cuerpo.
- Debe beber agua fresca, no fría, le ayudará a bajar la temperatura corporal para rehidratarse, pero debe hacerlo a pequeños sorbos.
- Una vez que haya mejorado su estado hay que acompañarla a un servicio médico de urgencias para someterla a una revisión exhaustiva.
Es importante distinguir los mitos y realidades respecto a la contingencia por altas temperaturas:
- Realidad:
El virus SARS COV-2 disminuye su transmisibilidad por el calor intenso:
- La correlación entre la alta temperatura, humedad y la transmisión del virus es evidente. Así, por cada aumento de un grado de temperatura, los contagios del Covid-19 se reducen un 3.8 por ciento.
- El frío y el clima seco también puede debilitar la inmunidad de las personas y hacerlos más susceptibles al virus. La evidencia muestra que la alta temperatura y la humedad relativa alta reducen la viabilidad del coronavirus del SARS.
- Mito:
La fiebre alta de 40 °C disminuye la severidad de la enfermedad Covid-19:
- Falso, no existe relación con que la fiebre alta disminuya la severidad de la enfermedad por coronavirus; más bien, la fiebre alta es una manifestación clínica de severidad de la infección.