Las finanzas personales tienen un gran parecido con las empresariales, en sus principios básicos son los siguientes:
Debe existir un fondo de reserva para esperar el siguiente ingreso
No es recomendable pagar adeudos y quedarse sin reservas
Se prohibe adquirir deudas sin tener para pagarlas
Los gastos nunca deben rebasar los ingresos
Los gastos son cuestionables antes de pagarlos
Los gastos siempre serán motivo de reducción, sustitución o cancelación
El gasto debe considerar simultaneamente las expectativass de ingresos
El gasto siempre debe ser monitoriado
Si no se dan los ingresos esperado, tampoco debe gastarse lo que se pretendía
Ingresos y gastos deben plantearse en varios escenarios: optimista, realista y pesimista por lo menos para ser ajustados de inmediato cuando se requiera
No confundir el gasto con una inversión. El gasto es irrecuperable, la inversión produce mayores ingresos con el tiempo.
Si tienes sobrante de dinero, ¿En qué invertirlo?
Siempre será más rentable la inversión en terrenos e inmuebles por la plusvalía que aumenta su valor
Mucho ojo con divulgar tu bonanza, siempre habra quién te solicite financiamiento, o peor todavía, te haga víctima de un secuestro o atentado
Para elegir la fuente de inversión adecuada la base de la decisión será, la cantidad sobrante y el tiempo que no la necesitarás
Las inversiones en metales ó monedas no generan altos rendimientos a corto plazo, más bien en casos de incertidumbre en ámbito nacional
La peor decisión de todas es guardar el dinero bajo del colchón